Blog elaborado para la difusión de material histórico relacionado con el Nacionalismo Argentino: sus pensadores, sus organizaciones, movimientos, trabajos de investigación, etc.

miércoles, 11 de agosto de 2021

Cura y Nacionalista

Fray Mario Agustín Pinto,


1947: bendiciendo las instalaciones del diario
nacionalista Tribuna


Nació en la provincia de Córdoba en 1908. Luego de estudiar en el Colegio de Monserrat, comienza la carrera de Derecho en la Universidad de Córdoba, destacándose por sus cualidades intelectuales, pero no la concluyó pues atendió el llamado de Dios al sacerdocio, a través de la vida religiosa. En 1927 se incorpora, con Francisco Javier Vocos, al Instituto Santo Tomás de Aquino, cuyo animador fue el Dr. Luis Guillermo Martínez Villada. Tuvo gran participación en la tarea de corregir los desvíos doctrinales y la acción disolvente en que habían caído la Universidad y el país en general. En 1929 se instala en Buenos Aires relacionándose con los integrantes de los Cursos de Cultura Católica, de la revista Número y con los monjes de la Abadía de San Benito. Regresa en 1932 a Córdoba y colabora en la revista Arx. Decide ingresar en la Orden de Predicadores viajando a Europa en 1935 donde inicia sus estudios en el Convento de Saint Maximin (Francia), concluyendo la teología en el de San Esteban, de Madrid. Fue ordenado sacerdote en Cáceres en 1941 y al regresar a la Argentina dos años después, vuelve a establecer vínculos con los Cursos de Cultura Católica y colaborando en las revistas Ortodoxia, Philosophia, Dinámica Social, Presencia, Nuestro Tiempo y Arqué, entre otras. Enseñó en la misma Orden, en la Universidad Católica Argentina y en el Seminario de San Luis. Su compromiso con el nacionalismo fue absoluto. Si bien no perteneció formalmente a ninguna agrupación o movimiento en particular, apoyó abierta y decididamente toda actividad nacionalista. Por su condición de religioso, bendijo banderas y estandartes, celebró misas y ofició responsos por los camaradas caídos. Hombre de paz y de unión, medió ante desencuentros o desavenencias entre nacionalistas. Participó activamente con los grupos revolucionarios de Córdoba y Buenos Aires en las acciones previas a la revolución del 16 de septiembre de 1955. Por tradición oral también se sabe que acompañó a los jóvenes de la UNES, en los años cincuenta, especialmente en los homenajes realizados a José Antonio Primo de Rivera. Y fue uno de los sacerdotes que tomaba juramento a los integrantes del Movimiento Nacionalista Tacuara. Por el mismo medio se conoce su asistencia espiritual a quienes conformaron a inicios de los años ´70 la Guardia de San Miguel. Falleció en Córdoba en enero de 1989.